PASIÓN DE LÍDERES
Por
Salvador Montoya/Escritor
En nuestra historia venezolana ubicamos
un período que nos clarifica el papel de los líderes en cuatro estaciones.
Nuestros sucesos nacionales entre 1830 y 1899 estuvieron determinados por
cuatro momentos. Decía Simón Bolívar
que: “La gloria está en ser grande y ser
útil”. La verdadera pasión de los líderes en hacer útil la vida de los
pueblos y de las organizaciones. Salomón
afirmaba que: “La pasión sin
conocimiento no vale nada” (Proverbios
19.2). Por tanto, la pasión de los líderes lleva la sabiduría de la
grandeza.
PRIMERA
ESTACIÓN: LA PASIÓN DE LOS LÍDERES ES HACER
GRANDES A OTROS Y POR LO TANTO NO ES SATISFACER EL EGO.
José
Antonio Páez era el gran líder y estratega
militar después de Bolívar. Sin
embargo, con el deseo de darle mayor soberanía a Venezuela apoyó el movimiento
de separación de la Gran Colombia y así se hizo el hombre que creó en parte la
configuración de la Venezuela que conocemos hoy. Ahora bien, gobernó a
Venezuela entre 1830 y 1843. Fueron trece años. En tal período estuvieron otros
presidentes como Andrés Narvarte, José María Vargas, José María Carreño (quien le prestó la camisa a Bolívar cuando el
Libertador estaba en su lecho de muerte) y Carlos
Soublette. Pero la sagacidad y la eminencia de Páez eran incuestionables.
Páez manejaba los hilos del poder. Aunque logró controlar las sublevaciones en
su contra y en contra de su gobierno, él tomó decisiones de liderazgo que lo
llevaron a satisfacer más su ego que a hacer grandes a los otros a su
alrededor. Se forjó una personalidad para el elogio, para la riqueza banal y
para el orgullo social. No se puede liderar excluyendo el servicio a otros. La
excelencia del liderazgo se demuestra en la grandeza de los que reciben la
guía.
SEGUNDA
ESTACIÓN: LA PASIÓN DE LOS LÍDERES ES APASIONAR
A OTROS Y POR LO TANTO NO ES AHOGARLE SU POTENCIAL.
Seguidamente a Páez tenemos el gobierno de los hermanos Monagas. Hay que tomar en cuenta que así cómo Páez renunció a las
directrices de Bolívar y fue desleal al pacto que hizo con él, José Tadeo Monagas (que era del partido
Conservador, fundado por Páez) pudo ser presidente de Venezuela también por la
aprobación del Centauro de los Llanos. Y luego José Tadeo Monagas también se
hace desleal al partido Conservador y se hace vil al someter por las armas y el
asesinato al Congreso de ese tiempo que no le apoyaba. El Monagato como se le suele
llamar gobernó sobre el país entre 1847 y 1859. Fueron doce años. José Tadeo
Monagas ejerció un gobierno totalmente personalista. Fue un autócrata y un
hábil manejador de los partidos. Por ejemplo: sacó de la cárcel a Leocadio Guzmán (fundador del Partido
Liberal) y así ganarse adeptos de esas filas. Luego, hizo que entrara su
hermano al poder presidencial José
Gregorio Monagas. Pero él seguía manejando los hilos del poder. Después
volvió a ser presidente hasta que se desató la Revolución de Abril con Julián Castro. Los hermanos Monagas
ahogaron el potencial del pueblo. Los líderes deben apasionar a sus gentes por
la excelencia, por la prosperidad.
TERCERA
ESTACIÓN: LA PASIÓN DE LOS LÍDERES ES FOMENTAR
PROSPERIDAD Y POR LO TANTO NO ES SÓLO HACERSE DEL PODER.
Las dos estaciones anteriores llevaron
a que en el país se desatara en una guerra civil que devastó nuestra nación.
Con la sublevación de Julián Castro
en 1858 salen del poder los Monagas y se entra en el período de la guerra por
la Federación. Es Ezequiel Zamora y
los liberales luchando por las reivindicaciones de los campesinos y artesanos y
pequeños comerciantes. Este período que podemos llamarlo la Federación se
encuentra entre los años 1859 y 1870. Once años de lucha hasta el desarrollo y
la aplicación del Tratado de Coche. En esta década gobernaron Julián Castro, Manuel Felipe de Tovar, José Antonio Páez (que fue llamado desde el
exilio para que controlara la situación caótica del país) y por último Juan Crisóstomo Falcón (héroe liberal
de la guerra federal y quien firmó el Tratado de Coche). Se luchó por la
conquista del poder, se hizo la guerra por tales fines pero el país no produjo
las decisiones acertadas para la prosperidad a través de sus líderes. La
abundancia de un país depende de la influencia de sus líderes hacia la
prosperidad y no sólo por la defensa y obtención del poder.
CUARTA
ESTACIÓN: LA PASIÓN DE LOS LÍDERES FORTALECE EL
TRABAJO EN EQUIPO Y POR LO TANTO NO ES EXCLUYENTE.
La estación última permanece por 29
años en el país. Entre 1870 y 1899. Se conoce en la historia como el Liberalismo Amarillo. Está guida por la
figura de Antonio Guzmán Blanco. Gobernó
tres veces. Primero bajo el septenio que luego fue seguido por dos años de
mandato por Francisco Linares Alcántara.
Después estuvo un quinquenio seguido por dos años en los que estuvo encargado
del gobierno Joaquín Crespo. Y por
último, Guzmán Blanco ejerció la presidencia por dos años. Seguidamente lo
hacen Juan Pablo Rojas Paul, Raimundo
Andueza Palacio. Entonces vuelve Joaquín Crespo y se finaliza con Ignacio Andrade. Guzmán Blanco impulsó
trasformaciones estructurales al país. Quiso hacer de Venezuela una suerte de
París tropical. Además tenía un espíritu muy ególatra. Y esto le llevó a morir
en el exilio y a ser muy excluyente. Los líderes genuinos fortalecen el trabajo
en equipo para alimentarse de los potenciales colectivos. Ellos saben que logran
más, incluyendo más.
Comentarios
Publicar un comentario