JAQUE MATE
-Transformando
la mentalidad que te gobierna-
Por Salvador Montoya/Escritor
1
Es muy
famosa la anécdota de cuando la Revolución Campesina vence en parte, en 1914, y
llega Pancho Villa a ofrecerle la
silla presidencial a Emiliano Zapata
este no aceptó y se limitó a decir que esa silla presidencial era mágica y le
responde así: “porque cuando alguien
bueno se sentaba en ella, al levantarse ya se había vuelto malo” (Arturo
Páramo, Hoy se cumplen 100 años del
encuentro de Villa y Zapata en la Cd de México, 2014. Disponible en:
http://www.excelsior.com.mx/nacional/2014/12/04/995811
[Consulta: 07/08/2017]). El filósofo Enrique
Dussel sigue relatando esa anécdota de esta manera: “Cuenta una anécdota que Eufemio, el hermano de Emiliano, cuando los zapatistas
ocuparon el palacio presidencial mexicano pidió que le fuera entregada la silla
presidencial para quemarla, exclamando: "¡Es que esa silla está embrujada,
cuanto hombre se sienta en ella se vuelve malo!"” (Enrique Dussel, Los principios y la política, 2005.
Disponible en: http://www.jornada.unam.mx/2005/04/17/index.php?section=opinion&article=027a1pol
[Consulta: 07/08/2017]). Zapata y su
hermano estaban formulando en sus expresiones la convicción de transformar la mentalidad que gobierna. La silla
presidencial, símbolo del poder, poseía una mentalidad corrupta y ellos querían
cambiarla. Porque todo poder ejercido demuestra la mentalidad que lo sostiene. Si cambia
la mentalidad, entonces cambia la forma en que se ejerce la autoridad y el
liderazgo.
2
Hay cuatro
códigos proféticos de gobierno que nos logran hacer ejercer el poder y
la autoridad de manera justa y eficiente.
Primer código: El código del pulgar: gobiernas al nivel de tu dominio personal.
Jueces 1.6:
Y subió Judá, y Jehová entregó en sus
manos al cananeo y al ferezeo; e hirieron de ellos en Bezec a diez mil hombres.
Y hallaron a Adoni-bezec en Bezec, y pelearon contra él; y derrotaron al
cananeo y al ferezeo. Mas Adoni-bezec huyó; y le siguieron y le prendieron, y
le cortaron los pulgares de las manos y de los pies. Entonces dijo Adoni-bezec:
Setenta reyes, cortados los pulgares de sus manos y de sus pies, recogían las
migajas debajo de mi mesa; como yo hice, así me ha pagado Dios. Y le llevaron a
Jerusalén, donde murió.
Tengo un tío
que en su juventud fue un tremendo boxeador. Tenía en su estado el récord de
knockouts. Tenía, pues una pegada fuerte y conquistadora. Pero cierto día se
puso con uno de sus amigos a arreglar una cadena de una moto. Y su amigo
encendió sin querer la moto y la cadena le rompió el dedo pulgar a mi tío Toro.
Y sin el dedo pulgar mi tío no pudo tirar más a la lona a sus contrincantes. Mi
tío tuvo que retirarse. Su pegada había perdido fuerza. En el pasaje bíblico
somos iluminados en verdades poderosas. Los reyes que eran derrotados les
cortaban los pulgares de los pies y de las manos. Porque un hombre sin pulgares
está minusválido para ejercer poder. Un hombre sin pulgar no tiene fuerza para
sostener la espada y el arado. En otras palabras, un hombre sin pulgar
no genera riquezas en el campo de la abundancia y no genera victorias en el
campo de la batalla. Hay filosofías y sistemas actuales que quieren generar
este tipo de hombre y de mujeres: hombres sin fuerza, sin dominio. Por eso
quieren envilecer a los hombres en corrupciones, en vicios, en deslealtades, en
fárragos.
El poder del gobierno
de un hombre está en su dominio personal. John Naisbitt, en su libro Once mentalidades para prever el futuro,
editado en español en 2007, afirma que: el
futuro está incrustado en las metas del presente. Y esa es una de las
mentalidades que transforma el mundo. En otras palabras: tu mentalidad es el resultado de
las metas que te inspiran. Por consiguiente, la grandeza es la suma del
espíritu de las metas. Y el espíritu de las metas se sostiene por el dominio
personal. Ningún deportista puede ganar medallas si no se rige por dominarse,
por disciplinarse personalmente a un ritmo de ejercicios, de horarios, de
conexiones, de cuidados. Se sostiene por el ejercicio de los principios
correctos. Un hombre sin pulgar siempre vivirá de las migajas. No forjará una
mente para metas grandes. Por ello afirmaba Montaigne que un verdadero príncipe juzgará a su pueblo
con la justicia que muestre sus acciones más que con las leyes escritas.
Vivimos en una era de personas sin pulgares. Sin embargo, gobernar exige
dominio personal en tus metas, en tus pasiones y en tus acciones.
3
El código de lo
irrevocable: gobernar te exige tomar decisiones que no pueden ser revocadas.
Ester 8.8:
Escribid, pues, vosotros a los judíos
como bien os pareciere, en nombre del rey, y selladlo con el anillo del rey;
porque un edicto que se escribe en nombre del rey, y se sella con el anillo del
rey, no puede ser revocado.
En otra parte
nos hemos referido a la matriz del subdesarrollo. ¿Cómo se genera el
subdesarrollo? ¿De dónde surge? El rey Asuero no podía revocar su propio
edicto. No era que él no podía retractarse. Es que su autoridad estaba en tomar
decisiones indelegables. Gobernar se sostiene en decisiones
indelegables. En mi libro Pasión
de campeones diserté sobre 4 decisiones indelegables que todo líder o
gobernante debe tomar: decidir aprender,
decidir hacer y decidir multiplicarse. Cuando los gobernantes no sostienen
sus decisiones caen en el subdesarrollo. El subdesarrollo, la miseria y el
atraso residen en una matriz triple (la matriz del subdesarrollo): una conciencia vasalla, relaciones de
sumisión y la globalización de la plutocracia. El intelectual venezolano Arturo Uslar Pietri en 1969, en su
artículo Notas sobre el vasallaje,
asentaba que una conciencia vasalla: “tiende
a ser imitativa y estéril. No tiene su punto de partida ni en la disidencia ni
en la protesta sino en la aceptación y en la conformidad…Es el reino de los
parásitos…” (Arturo Uslar Pietri, Nuevo
Mundo Mundo Nuevo, Caracas, Biblioteca Ayacucho, p. 81-82). Y cuando ya posees una conciencia vasalla,
una mentalidad de pura imitación, se hace fácil caer en relaciones de sumisión,
donde no hay poder para generar ideas propias o voluntad para crear y forjarse
un futuro.
Por ello
establece el economista venezolano Enzo
del Búfalo, en su artículo “Pero si
nuestro peregrinar genealógico por los siglos de Occidente nos ha enseñado
algo, es a ver los límites de esa soberanía, a entender sus causas y
prepararnos para entrever los rumbos para superarla, para vislumbrar en todas
las prácticas sociales actuales el permanente deseo de superar las relaciones
de sumisión” (Enzo del Búfalo, Individuo,
mercado y utopía, Caracas, Monte Ávila Editores, 1998, p. 287). Y dominado
en tu pensamiento y en tu imaginario se está totalmente débil y disperso para
enfrentarse a la globalización de la plutocracia como bien acierta el profesor
venezolano Antonio Pasquali: “la sedicente globalización de la plutocracia
–el más reciente disfraz de los recurrentes propósitos totalitarios- huele a
slogan de agencia publicitaria, muestra su indecoroso rabo de paja y la baja
faena que le ha sido encomendada: presentar como un ineluctable fenómeno tecno-económico-cultural
el asalto final de los ricos a las últimas riquezas del mundo” (Antonio
Pasquali, Del futuro, Caracas, Monte
Ávila Editores, 2002, p. 184). Jesús se
lo planteó a Herodes (cuando Herodes se proponía matarlo) claramente
cuando le dijo tú no me vas a subdesarrollar, yo no tengo mentalidad de
esclavo, yo tengo decisiones indelegables que voy a cumplir hasta el final: “Id, y decid a aquella zorra: He aquí, echo
fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra.
Sin embargo, es necesario que hoy y mañana y pasado mañana siga mi camino;
porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén” (Lucas 13.32-33). Así habla el espíritu
indoblegable de la autoridad, del propósito, de las decisiones irrevocables. El
verdadero espíritu de lo irrevocable.
4
El código de la
eminencia: gobiernas para honrar un reino y dignificar la corona.
Marcos 6.21-23:
Pero venido un día oportuno, en que
Herodes, en la fiesta de su cumpleaños, daba una cena a sus príncipes y
tribunos y a los principales de Galilea, entrando la hija de Herodías, danzó, y
agradó a Herodes y a los que estaban con él a la mesa; y el rey dijo a la
muchacha: Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré. Y le juró: Todo lo que me
pidas te daré, hasta la mitad de mi reino.
Una mujer le
bailó al rey y éste le ofreció hasta la mitad de su reino. ¡Imagínate! Tal rey
traicionó su propia autoridad: puso en venta su propia majestad. Porque se
gobierna para honrar el reino y dignificar la corona. El gobernante
representa a la nación y está al mando del Estado. De acuerdo con la teoría
política el Estado está conformado por la población y el territorio. En
otras palabras, un líder desarrolla un poder efectivo cuando inspira a su población a
la explotación y a la exploración de su territorio y de sus potencialidades.
Nadie puede gobernar con efectividad si no dignifica a la población y al
territorio. Gobernantes que se venden, países hipotecados. Daño generacional a
esos territorios. Se cuenta del emperador romano Calígula que nombró a su caballo Incitatus de senador. Afirma Javier
Ramos que: “Era tal la admiración de
Calígula hacia su mascota equina que la llegó a nombrar cónsul de Bitinia
(territorio al norte de Turquía) en una actitud de claro menosprecio hacia las
instituciones y senadores de Roma durante su reinado, más que por su demencia…
En las cenas, el emperador le ofrecía vino servido en copas de oro y manjares
como ratones, calamares, mejillones y pollo. Incluso le llegó a encontrar una
esposa. Pero no era una yegua al uso como se podía suponer, sino una mujer
llamada Penélope, que pertenecía a una de las familias más nobles de Roma. El
caballo adorado por el emperador vestía con tintes púrpuras, los más caros, y
siempre se presentaba en público engalanado con joyas y piedras preciosas”
(Javier Ramos, El caballo que se
convirtió en senador de Roma, 2013. Disponible en: http://queaprendemoshoy.com/el-caballo-que-se-convirtio-en-senador-de-roma/
[Consulta: 01/07/2017]). Hay una degradación en la moral y en la autoridad
cuando se vende a la nación.
El código de
la eminencia exige conocimiento profundo de los tesoros de la población (el
recurso humano) y del territorio (el recurso material) que se lidera. La gloria
de un reino, de una nación permanece en la defensa de su identidad. ¿Y
qué identifica a una nación o a un reino? Por supuesto que la cultura de su
gente y los tesoros naturales, históricos que están en su territorio. Sostiene Miguel Basáñez en su libro Un mundo de tres culturas que en nuestro
mundo contemporáneo hay tres grandes tipos de culturas: las culturas del honor que prioriza la autoridad política, las culturas del logro que enfatiza el
avance económico y las culturas de
celebración que se enfoca en las interacciones sociales. Basáñez aconseja formar una mentalidad
de liderazgo dando espacios a las diferentes culturas para su desarrollo. Ahora
bien, el honrar al pueblo que diriges exige atacar con efectividad los 8
grandes problemas de la democracia de acuerdo a Norberto Bobbio: relación
iglesia-estado, abuso de privilegios, ricos versus pobres, desigualdad,
discriminación, corrupción, racismo y capitalismo (Véase Norberto Bobbio, El futuro de la democracia, 1986). La genuina
eminencia es encontrar respuestas a tales dificultades para dignificar el
reino.
5
El código de la
dinámica del poder: gobiernas cumpliendo las demandas de la dinámica del poder.
Hechos 12.20:
Y Herodes estaba enojado contra los
de Tiro y de Sidón; pero ellos vinieron de acuerdo ante él, y sobornado Blasto,
que era camarero mayor del rey, pedían paz, porque su territorio era abastecido
por el del rey. Y un día señalado, Herodes, vestido de ropas reales, se sentó
en el tribunal y les arengó. Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, y no
de hombre! Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria
a Dios; y expiró comido de gusanos.
Declara Robert Alan Dahl en su libro clásico ¿Quién gobierna? Democracia y poder en una
ciudad estadounidense que: “En un
sistema político en el que casi cada adulto puede votar, pero en el que el conocimiento, la riqueza, la posición
social, el acceso a la
administración y otros recursos
están desigualmente distribuidos, ¿quién gobierna realmente?”. El intelectual
Robert Dahl está refiriéndose a la
dinámica del poder. Luis Mack lo
describe con perspicacia: “En la
práctica, la dinámica del poder es
muy diferente a la de los movimientos
sociales: mientras los segundos buscan influir sobre el sistema para que
tome decisiones favorables a la
movilización social, la dinámica del
gobierno es mantener, ampliar y fortalecer la capacidad de maniobra que se
tenga, y para ello, es indispensable que tienda puentes con los actores internacionales y los grupos más poderosos de la sociedad”
(Luis Mack, La dinámica del poder: el
síndrome “Evo Morales”, 2011. Disponible en: https://www.plazapublica.com.gt/content/la-dinamica-del-poder-el-sindrome-evo-morales
[Consulta: 15/08/2017]). Herodes
había decretado un bloqueo económico a Tiro y Sidón. Y con ello había roto la
dinámica del poder. Entonces el pueblo sofocado por la escasez y la ruina
sobornó a su principal hombre de confianza y se logró el restablecimiento de la
dinámica del poder. Toda dinámica del poder se sujeta a por lo menos cinco elementos:
conocimiento, riqueza, posición social, gerencia y propiedades. Mientras
más se carece de estos elementos más débil se funciona en el sistema.
Por tanto, la dinámica del poder tiene demandas
irrevocables: demandas de riqueza, demandas
de la población, demandas de comunicación y demandas de administración. El modelo
gerencial Rep Track (Marca de
Reputación) en un ejemplo muy poderoso de las demandas de las dinámicas del
poder. Este modelo gerencial se basa en 7
criterios: oferta, innovación, lugar
para trabajar, ética en las operaciones, ciudadanía, liderazgo y salud
financiera. Es decir en estos siete criterios está la marca de la
excelencia en cuanto a la dinámica del poder, está el standard de su calidad.
¿Qué ofertas? ¿En cuáles cosas estás innovando? ¿Cómo es el lugar de trabajo? ¿Eres
reconocido por tu ética de integridad? ¿Eres un ciudadano probo? ¿Cuál es tu
influencia en la sociedad? ¿Cómo estás en tus finanzas? Todos estos criterios
se pueden aplicar a diferentes instancias de la vida. Y quien rompe esos
criterios se inhabilita para gobernar con experticia en las demandas de la
dinámica del poder. Herodes sabía manejarlas con mucha sagacidad. Por ello
bloqueó a Tiro y Sidón para controlar con gran audacia los recursos, sabía
administrarlos, además la población lo reconocía como su gobernante. Sin embargo,
las demandas no acaban allí. Un gobernante como líder precisa comunicar
su visión, su proyecto, su esperanza y su lucha a su pueblo. Herodes lo
hizo con tal nivel de oratoria que la gente creía que hablaba Dios y no un
hombre. Aunque Herodes no le dio gloria a Dios lograba su acometido en cuanto a
las demandas del poder. Pero falló en la demanda espiritual. Porque
un liderazgo sin espiritualidad caotiza al pueblo. Muere podrido por sus
propias bajezas. En vez de quemar la silla del poder es transformar la
mentalidad que nos gobierna para formar la civilización de bienestar y de
justicia.
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