MUJERES AL PODER DE LA REALEZA

Por Salvador Montoya/Escritor
Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él,
y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios,
Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes” (Lucas 8.1-3).

Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole,
56 entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo” (Mateo 27.55-56).

¿QUIÉN Y QUÉ CLASE DE MUJER?
Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;
38 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.
39 Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora” (Lucas 7.37-39).
La expresión del fariseo condensa la pregunta sobre la condición de la mujer en todas las épocas. Nuestros pueblos dependen de la identidad y de la clase de mujer que produzcan. Mujeres excluidas, pueblos excluidos. Mujeres maltratadas, sociedad herida. ¿Qué clase de mujer produce nuestra sociedad? ¿Una mujer para la esclavitud o una mujer para la libertad?
Cierta vez el genio latinoamericano Ernesto Sábato dijo acerca de la mujer que era como tener a un “dios aparte”. Y el venezolano Ednoquio Quintero aseguró que: “La belleza femenina prueba la existencia de Dios” (http://nalgasylibros.com/index.php/entrevistas/618-ednodio-quintero-mas-alla-de-los-libros-y-los-premios-la-humildad-es-una-tonteria). Toda mujer es portadora de lo milagroso, de lo sobrenatural y de lo bello. Cuando se pierde esta identidad y la dignificación femenina la humanidad genera caos, violencia y destrucción.
LO QUE PERSIGUE A UNA MUJER
Hay dos cosas fundamentales que persiguen a una mujer de acuerdo a la sabiduría bíblica reflejada en Lucas 8: los espíritus malos y las enfermedades. ¿Por qué espíritus malos (demonios) y enfermedades? Porque la mujer es quien da a luz, ella es quien da la vida. Si ella embarazada tiene demonios, la generación que sale de sus entrañas será endemoniada. Si ella embarazada tiene enfermedades la generación que parirá estará oprimida por patologías.


3 PRINCIPIOS DE UNA MUJER AL PODER DE LA REALEZA
Primer Principio: Toda mujer está llamada a ser sanada y a ser libre.
En Lucas 8. 2 nos hablan de María Magdalena de la que habían salido siete demonios. Y ella sanada y libre de ellos puede servir a Jesús. Y son siete los principales demonios que atacan a las mujeres a lo largo de toda la historia humana: Jezabel, baja autoestima, soledad, infidelidad, esterilidad, deshonra, miseria.
La insubordinación
El espíritu de Jezabel ataca a las mujeres para que ellas no respeten ninguna autoridad, no se sujeten a nadie ni rindan cuentas.
Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.
21 Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación.
22 He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella.
23 Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras” (Apocalipsis 2. 20-23). Cuando el espíritu de Jezabel actúa lleva a la mujer a la insubordinación, al irrespeto a las leyes divinas y a comer lo inmundo. Eva fue presa por el mismo Satanás de forma jezabeliana. Seducida por la codicia. Jezabel significa “casto, virtuoso, sin idolatría” sin embargo, el personaje bíblico cuya historia encontramos en 1 de Reyes 16. 30-31 por ser mujer del rey Acab incitaba a su marido a lo malo (1 de Reyes 21. 25). En tal historia se entiende que el espíritu de Jezabel odia la palabra profética de Dios porque la verdad trae orden, propósito y destino de acuerdo a la autoridad divina. Además tenemos el caso de Herodías (Marcos 6.14-29) la que mandó a su hija a que pidiera la cabeza de Juan El Bautista. Porque todo espíritu de Jezabel quiere decapitar ministerios, liderazgos y la construcción de una autoridad para el bien. Herodes no lo quería hacer pero prometió su palabra, fue llevado a cometer un asesinato. Traicionó su ser y su justicia fue echada por tierra.

Baja autoestima
El espíritu de baja autoestima ataca a las mujeres para que ellas no puedan valerse por sí mismas, para que anden imposibilitadas, en derrotas y sean zarandeadas como hojas.
Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo;
11 y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar.
12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad.
13 Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios.
14 Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo.
15 Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber?
16 Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo?
17 Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él” (Lucas 13. 10-17). Una mujer con baja autoestima es una mujer encorvada. No tiene un carácter firme y audaz. La mujer de Lucas 13.10 iba a la sinagoga pero estaba presa. Muchas mujeres van a las iglesias, a sus trabajos, están en sus casas pero siguen encadenadas a la baja autoestima. Pero cuando Jesús sana a la mujer el principal de la sinagoga se opuso, lo cual nos demuestra que el Sistema rechaza que se saque a la mujer del anonimato, que a veces la jerarquía de la sociedad no quiere darle la preeminencia a la mujer.
Soledad
El espíritu de soledad ataca a las mujeres para que ellas piensen que están desvalidas, que a nadie le importan y abracen la depresión constante.
Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena.
26 Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.
27 Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa” (Juan 19.25-27). Jesús sabiendo por el gran dolor que pasaría su madre al verlo en la cruz, entrenó a uno de sus discípulos para que se hiciera a cargo de su progenitora. La soledad es destruida cuando le pones propósito a tu existencia, cuando decides hacer conexiones con personas que te ayuden a alcanzar tus metas y desafíos.

Infidelidad
El espíritu de infidelidad ataca a las mujeres para que no vivan la vida abundante y deshonren sus cuerpos y a sus familias.
La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.
16 Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.
17 Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;
18 porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.
19 Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta” (Juan 4.15-19). Jesús deseaba que la mujer samaritana fuese libre y compartiera la felicidad en su vida íntima y manda a que busque a su esposo. Pero la mujer le dice que no tiene marido. La verdad era que su infidelidad la había llevado a tener seis maridos. Romper con la infidelidad exige conectarte con la palabra profética de tu vida y edificar una vida familiar donde Dios sea el centro de todas las cosas. 
Esterilidad
El espíritu de esterilidad ataca a las mujeres para que no crezcan y no se desarrollen en todas sus capacidades de vida y de liderazgo.
Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet.
Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor.
Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada…13 Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan…24 Después de aquellos días concibió su mujer Elisabet, y se recluyó en casa por cinco meses, diciendo:
25 Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres.” (Juan 1.5-7, 13, 24-25). Dios rompe la afrenta de la esterilidad a través de una palabra enviada con poder y desata la honra y el derramamiento del Espíritu Santo.
Deshonra
El espíritu de deshonra ataca a las mujeres para matarlas moralmente, hacerlas guiñapos sociales y mantenerlas bajo un círculo de inefectividad y malicia.
Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más” (Juan 8.10-11). Le llevaron a Jesús a una mujer atrapada en pleno acto de adulterio y querían que él la juzgara de acuerdo a la ley mosaica. Sin embargo, Jesús rompe en la mujer el espíritu de deshonra y la aparta de la condenación. Luego le dice los dos principios para mantener una vida de honra: no peques más y vive a plenitud.
Miseria
Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas.
Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas.
Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos.
Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía” (Lucas 21.1-4). La semilla que sembró la viuda pobre rompió todo la miseria que había en todas las ofrendas de los demás. Echó más que todos no por su cantidad sino por el valor que tenía su ofrenda. Haz que tus tesoros se hagan inmortales a la vista de Dios: no faltará nada, Dios suplirá tus necesidades y más allá.

Segundo Principio: Toda mujer está destinada a reinar
En Lucas 8.3 se nos dice que Juana la mujer de Chuza intendente de Herodes también le servía a Jesús. Era una mujer de la realeza, tenía casta de reina, habilidad para gobernar. Dios creó al hombre y a la mujer para gobernar. Son un equipo de gobierno.
Vinieron las hijas de Zelofehad hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés hijo de José, los nombres de las cuales eran Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa;
y se presentaron delante de Moisés y delante del sacerdote Eleazar, y delante de los príncipes y de toda la congregación, a la puerta del tabernáculo de reunión, y dijeron:
Nuestro padre murió en el desierto; y él no estuvo en la compañía de los que se juntaron contra Jehová en el grupo de Coré, sino que en su propio pecado murió, y no tuvo hijos.
¿Por qué será quitado el nombre de nuestro padre de entre su familia, por no haber tenido hijo? Danos heredad entre los hermanos de nuestro padre.
Y Moisés llevó su causa delante de Jehová.
Y Jehová respondió a Moisés, diciendo:
Bien dicen las hijas de Zelofehad; les darás la posesión de una heredad entre los hermanos de su padre, y traspasarás la heredad de su padre a ellas.
Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Cuando alguno muriere sin hijos, traspasaréis su herencia a su hija.
Si no tuviere hija, daréis su herencia a sus hermanos;
10 y si no tuviere hermanos, daréis su herencia a los hermanos de su padre.
11 Y si su padre no tuviere hermanos, daréis su herencia a su pariente más cercano de su linaje, y de éste será; y para los hijos de Israel esto será por estatuto de derecho, como Jehová mandó a Moisés” (Números 27.1-11). Las mujeres de Manasés exigieron gobernar sobre sus tierras. No se dejaron limitar por los pecados pasados, por los actos antiguos de maldad. Se elevaron sobre las normas culturales y religiosas y vencieron, ejercieron poderío y dominio.
Tercer Principio: Toda mujer está llamada a prosperar mientras sirve con sus bienes.
En Lucas 8.3 no habla de “Susana y de otras muchas que le servían de sus bienes”. Permite que la riqueza que produzcas sea usada para el beneficio del Reino de Dios y de tu país y de tu familia. Mujeres poderosas en los negocios son mujeres poderosas en el Reino de Dios. La prosperidad no solo se llevará en tu casa, en tus vestidos, en tus joyas sino también en tus empresas, en tus actitudes, en tus palabras.
Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso,
vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa.
Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio?
Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres.
10 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra.
11 Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.
12 Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura.
13 De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella” (Lucas 26.6-13). La riqueza que ponga una mujer en el Reino de Dios unge el cuerpo de Cristo. Desata la permanencia de la riqueza entre todos. 

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