VIVE EL FUTURO EN TU PRESENTE
Por
Salvador Montoya/Escritor
¿Y quién proclamará
lo venidero, lo declarará, y lo pondrá en orden delante de mí, como
hago yo desde que establecí el pueblo antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir.
Isaías 44.7
Para Mathías Montoya, desde nuestro ahora.
1
Al
finalizar un año y comenzar uno nuevo somos desafiados a actualizar la visión
de nuestro futuro. De hecho, el mes de Enero, del latín
“januarius”, lleva este nombre debido al dios Jano. De allí que en inglés se
dice para Enero también: January. En la mitología griega Jano tiene el don
bifrontal, es decir tiene dos rostros. Uno que mira hacia atrás y otro que mira
hacia adelante. Por lo tanto, tiene capacidad de conocer el pasado y el futuro.
Ahora bien, la mitología griega es, de alguna manera como plantea Jorge Luis Borges, la gran biblioteca
del psiquismo humano: allí se proyecta las grandes búsquedas del alma de los
hombres y de sus destinos. Jano con su retrospectiva y prospectiva es la
representación de las puertas, de lo que finaliza y de lo que comienza. Jano te
recuerda que en este instante estamos creando el futuro, que el movimiento de
la vida te exige claridad desde tu pasado y claridad en tu futuro. Porque solo
se puede vivir el futuro desde el presente.
2
Por consiguiente es certero el investigador ruso Daniel Estulin al afirmar que: “Para que otro se siente contigo tú tienes
que proponerle algo. Hay que buscar un
modelo del futuro a nivel paradigmático para poderse sentar y decir:
‘Tenemos una visión’…Y después los que tienen que sentarse en esta mesa como yo
decía del poder pero no países, no países como se sentaron en Bretton Woods
sino proyectos planetarios. Tendrán que
sentarse con una carta, y esta carta es la definición del futuro”. Por
tanto, de tal definición del futuro depende el liderazgo mundial y la calidad
del bienestar civilizatorio. Por ello la fe cristiana es una fe con futuros de
poder y de esperanza. El profeta Isaías sostiene que Dios es Dios de futuros
para que lo vivas en tu presente. Así que, la fe cristiana rompe con lo
esclerótico o con la improvisación. El mejor ejemplo de ello es José. Desde
siempre tuvo claro su futuro de rey. Atravesó momentos de profunda tragedia y
sufrimiento pero no dejó de alinearse a su futuro de gobierno y de realeza.
Ubícate desde tu presente para vivir tu futuro de gloria.
3
Por consiguiente, vivir el futuro en tu presente
requiere poner en práctica tres códigos de acuerdo al profeta Isaías. Uno: declara el futuro que quieres. Declarar
significa anunciar el sueño, manifestar sobre tu vida las metas que deseas
lograr. DECLARA tu abundancia, tu familia fuerte y próspera. Declara tus
negocios, tus innovaciones, tu expansión, tu influencia. Dos: ponle orden a tu futuro, diseña estrategias
para alcanzarlo. Tienes que diseñar el plan. No te quedes en declaraciones.
Ponle orden a tu mente. Ordena tus ideas, ordena tu oración, ordena tu casa,
ordena tus finanzas, ordena tu ofrenda, ordena tu tiempo, ordena tu manera de
comer, ordena tu manera de hablar y de liderar. Ponle orden a tu futuro. Tres: acciona ahora. El profeta Isaías dice:
“lo que está por venir”. Está es presente y por venir es futuro. Es decir, tu
futuro comienza con la acción de tu ahora. ¿Qué haces en tu ahora? ¿Cuál es tu
ahora? Estudia, trabaja, registra la empresa, busca la casa o los clientes,
busca el negocio, abre la célula, escribe el libro, graba la canción. Acciona
ahora por tu futuro. El poeta venezolano Dionisio
Aymará declaró:
No,
No te conformes con lo que tenías
Que haber sido,
No aceptes otra luz que la tuya.
Hacia atrás nada: ni un solo paso
Y si no tienes luz
Preferible tu propia tiniebla,
Preferible tu cólera, tu sola
Desgarradura,
Tu alarido final a dos pasos más
Allá del abismo,
Todo,
Antes que pasar como ciertas
Alburas
Semejantes al algodón de los
Corderos,
Todo
Antes que vivir sin dignidad,
Todo,
Inclusive la muerte.
La convicción de Aymará es por vivir el futuro en
el presente.
Calabozo,
2 de enero de 2020
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