MÍRATE EN EL ROLLO DEL DRAGÓN

-Las raíces de la mentalidad venezolana-

por Salvador Montoya/Escritor

I

En la película animada el Secreto del Rollo del Dragón, nos encontramos que Po es un panda que quiere convertirse en una leyenda del Kung fu. Pero él se ve a sí mismo sin la identidad ni la capacidad para lograrlo. Pero si obtiene el rollo del Dragón, en ese manuscrito, se encuentra el poder ilimitado. Así que cuando Po recibe el rollo lo único que ve en esa página es su propio rostro reflejado: allí está el código: descubrir quién eres te hace un guerrero de poder. El rollo del Dragón está disponible para todos. Mírate allí. Mírate en el rollo del Dragón. 

II

El grandioso arquitecto venezolano Carlos Raúl Villanueva obtuvo el privilegio inédito en cierta forma de concebir y materializar su visión de "la síntesis de las artes" en la construcción de la Ciudad Universitaria, símbolo urbanístico vivo y poderoso de lo que es la más alta venezolanidad universal. Allí está el rollo del Dragón. Por ello, la tesis totalizante que nos guía (con sus errores, reduccionismos y miopías) es la siguiente: lo mejor de la mentalidad venezolana está reservado en la estructura genérica de su literatura: en la poesía, en la narrativa y en la ensayística. Allí está nuestro rollo del Dragón.

III

En los más de 200 años de vida republicana podemos nombrar más de doscientos nombres de hombres y mujeres que nos han dejado un legado escrito en poesía, narrativa y ensayística. Detrás de ese tesoro humanístico y científico se esconden las mejores armas de nuestra cultura y de nuestra historia. Conocerlas es superarnos, es romper miserias y oscuridades y levantar la moral y el espíritu para seguir avanzando hacia una vida personal y colectiva con mucha más justicia, conciencia y libertad.

IV

En nuestra poesía tenemos en el recorrido histórico como "14 momentos estelares": desde la figura de la poesía colonial de Juan de Castellanos hasta Gabriela Rosas.

Tenemos exponentes neoclásicos: Andrés Bello.

También los poetas del romanticismo. Junto a ellos surgen los poetas parnasianos y a la par del movimiento poético Modernista, están los ejecutantes de una poesía criollista como es Francisco Lazo Martí. Y allí en medio la alta figura de José Antonio Pérez Bonalde. Nuestra poesía ya a finales del siglo XIX bebía de dos mayores fuentes: la española y la francesa. Luego tenemos el arribo de la generación del 18 (ya en el siglo XX) con Andrés Eloy Blanco, Luis Barrio Cruz y por supuesto José Antonio Ramos Sucre. Posterior vino la vanguardia con Antonio Arraiz, Carlos Augusto León, Miguel Otero Silva entre otros.Y entonces aparece el Grupo Viernes y su gente: Vicente Gerbasi, Pablo Rojas Guardia. Y luego vendría la Generación del 42 con Juan Liscano, Aquiles Nazoa. Después viene la Generación de los Sesenta. Explosividad total: grupos Sardio, El Techo de la Ballena y Tabla Redonda. Rafael Cadenas, Juan Calzadilla, Ramón Palomares, Pérez Perdomo. Luego la generación posterior con Eugenio Montejo, Reinaldo Pérez So, Hanni Ossott, Luis Alberto Crespo, Gustavo Pereira. Se incorporan en la siguiente década los talleres literarios y surgen los grupos Tráfico y Guaire Igor Barreto, Armando Rojas Guardia, Yolanda Pantin. Se proyecta con fuerza total la poesía desde escritoras totales: Patricia Guzmán, Sonia Chocrón. Y la poesía sigue hasta nuestro ahora en figuras con su propia aura: Harry Almela, William Osuna, Gabriela Rosas. No es cuestión de edad sino el carácter de lo que se dice y su estilo. El rollo del Dragón.

V

En la narrativa nombremos a Fermín Toro, Eduardo Blanco, Gonzalo Picón Febres, Manuel Vicente Romerogarcía., Rufino Blanco Fombona, Manuel Díaz Rodríguez, Pedro César Dominici, Luis Manuel Urbaneja Achelpohl. José Rafael Pocaterra, Teresa de la Parra, Romulo Gallegos, Arturo Uslar Pietri, Enrique Bernardo Núñez, Antonio Arraiz, Ramón Díaz Sánchez, Julián Padrón, Miguel Otero Silva, Julio Garmendia, Guillermo Meneses, Antonia Palacios, Antonio Márquez Salas, Oswaldo Trejo, Alfredo Armas Alfonzo, Adriano González León, Salvador Garmendia, Elisa Lerner. José Balza, Francisco Massiani, Carlos Noguera, Denzil Romero, Luis Britto García, Eduardo Liendo, Antonieta Madrid, Laura Antillano, Ednodio Quintero. Ana Teresa Torres. Francisco Suniaga, Oscar Marcano, Federico Vegas, Karl Krispin, Alberto Barrera Tyszka. Atanasio Alegre, Michelle Ascencio, Israel Centeno, Juan Carlos Méndez Guédez, Fedosy Santaella, Salvador Fleján, Juan Carlos Chirinos, Ednodio Quintero, Humberto Mata, José Pulido, Antonio López Ortega, Gabriel Jiménez Emán. Edgar Borges, Miguel Antonio Guevara. El rollo del Dragón desafía nuestra historia.

VI

En la ensayística: los cronistas de las Indias, Juan Navarrete, Simón Bolívar, Andrés Bello, Simón Rodríguez, Fermín Toro, Rafael María Baralt, Juan Vicente González, Cecilio Acosta, Arístides Rojas, Luis López Méndez, Lisandro Alvarado, José Gil Fortoul, Laureano Vallenilla Lanz, Rufino Blanco Fombona, Jesús Semprún, Mariano Picón Salas, Augusto Mijares. Enrique Bernardo Núñez, Mario Briceño Iragorry, Ramón Díaz Sánchez.  Juan Liscano, Luis Beltrán Guerrero, José Manuel Briceño Guerrero, Francisco Rivera, Guillermo Sucre, Juan Nuño, Domingo Miliani, Victor Bravo, Carlos Pacheco, Oscar Rodríguez Ortiz, Luis Britto García, Miguel Gomes, Gabriel Jiménez Eman, Roberto Echeto, Juan Carlos Santaella. El rollo del Dragón te desafía a ser todo lo que puedas ser.

VII

Cada generación decide que proyecto de identidad leerá en el rollo del Dragón. Rómulo Gallegos propuso con su visión positivista "matar el centauro que todos los llaneros llevamos por dentro". José Manuel Briceño Guerrero disertó con su perspectiva erudita y mitológica salir de "el laberinto de los tres minotauros". Ahora bien, mírate en el rollo del Dragón. Porque ese rollo te salva de cualquier barbarie y de cualquier cinismo.