BALADA DEL GUIJARRO AMOR
Por Salvador Montoya/Escritor
Balada del guijarro amor.
Balada del guijarro amor.
No nació de
un big bang.
Ni se fugó
de una Trinidad.
Quiso caminar
con su dura densidad.
Como si su
naturaleza
Ya no estuviera
hecha de tormentas
Y de la nada
que se va.
Caminos no
son sus pasos.
Ni espejos
reflejan su rostro.
Puede ser
satélite boreal.
O una nube
inquisitiva.
Es la realidad
del más allá.
Con sus insultos
se tumban puertas.
Allí, a veces,
ponen sepulcros.
Como sábanas
los cubre el tiempo.
Ay de aquellos
Que lo convierten
en gema,
En sortilegios
y en diademas.
Piedra donde
se hacen iglesias.
Rocas donde
la ola se queda.
Mineral de
la noche ciega.
En ti aprendí
el fuego,
El denuedo
y los días.
Fui niño con
las raíces,
Con las luciérnagas
de los viles.
Y volvió el
granito de tu mirada,
Celada oscura
de la mañana.
Te sostuve
en mi mano
Y pesabas
la nostalgia.
Fuiste alegría
en tu dureza.
No cantes
las voces que te llaman,
No te vistas
del traje de la honda.
No son los
gigantes quienes te coronan.
Guijarro amor,
Fuiste apedreado
por tu fortuna.
Perfeccionan
sus runas
Los dolidos,
los salidos de la luna.
Escriben en
ti sus futuros
Y les vacías
la cal de tus venas.
Andas, con
tu música
Siguen encendiendo
la pradera
Con tu pandereta.
Si chocan
dos piedras
Habrá la chispa
de la energía
Habrá la forma
del infinito haciendo vida.
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